El poder del lugar

Will Roush es el Director Ejecutivo de Wilderness Workshop.

Las personas que aparecen en la portada de este boletín son sólo una pequeña parte de la comunidad que ha trabajado durante casi dos décadas para proteger la División Thompson.
Literalmente, son fotos de un pequeño puñado de personas con las que nos cruzamos en los alrededores de ciudad tras el anuncio el 3 de abril de la Retirada Administrativa de Minerales, que garantizó 20 años de protecciones para este magnífico paisaje.
Este número de
Obras salvajes está dedicado a todos los que escribisteis cartas, asististeis a mítines y asambleas municipales, firmasteis peticiones y simplemente os manifestasteis por amor a un lugar.

En el mes transcurrido desde el 3 de abril, he tenido un momento para reflexionar sobre lo que significa exactamente este logro.
En primer lugar y fundamentalmente, habla del poder del lugar: la influencia que las tierras y las aguas del hogar tienen sobre una comunidad.
Todos los que vivimos aquí nos sentimos profundamente conmovidos por las vastas extensiones de bosques, arroyos y tierras salvajes que conforman la División Thompson: las tierras nos hablan y, a su vez, defendemos la tierra.

En segundo lugar, este esfuerzo de años y su reciente éxito ilustran lo que es posible cuando el poder de una comunidad se une, deja a un lado las diferencias y habla con una sola voz.
Los carteles y las pegatinas rara vez encierran la verdadera esencia de una cuestión tan compleja como la protección de un cuarto de millón de acres de tierras públicas, pero en este caso no había un principio más verdadero que el hecho de que estábamos verdaderamente «Unificados por la División Thompson».

En tercer lugar, y quizá lo más importante, los 20 años de protecciones que acabamos de conseguir demuestran que las ruedas del poder pueden girar, y de hecho giran, en beneficio de una comunidad local y de los ecosistemas y la fauna que la rodean.
Puede ser demasiado fácil ser cínico respecto a que el gobierno beneficie al pueblo.
El impulso y el poder que construyó nuestra comunidad demuestran lo que es posible cuando una comunidad no sólo conoce el valor de nuestros terrenos públicos, sino que está dispuesta a luchar por ellos.

Con gratitud,

Will Roush
Director Ejecutivo

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