En junio de 2024, la Oficina de Gestión de Tierras (BLM) publicó una Declaración de Impacto Ambiental Suplementaria (SEIS) final de los Planes de Gestión de Recursos (RMP) de Colorado River Valley y Grand Junction. La SEIS revisa las decisiones de gestión del petróleo y el gas para casi 2 millones de acres de minerales federales en el oeste de Colorado, analizando específicamente los impactos climáticos del arrendamiento y la explotación en terrenos públicos debido a las demandas interpuestas por WW y sus socios. En octubre, la BLM emitió una decisión final que complementaba los RMP de Colorado River Valley y Grand Junction. La decisión cerró cientos de miles de acres de terrenos públicos a nuevos arrendamientos que se habían dejado abiertos en planes anteriores. La BLM también implementó una mayor protección para algunas de las zonas más sensibles, incluida un área de estudio de zonas silvestres (WSA) y Áreas de Preocupación Medioambiental Crítica (ACEC). Sin embargo, la BLM no detuvo todos los futuros arrendamientos en la zona, como exige la crisis climática.

Antecedentes y Proceso

  • BLM finalizó los RMP de Colorado River Valley y Grand Junction en 2015, tras procesos de planificación de casi una década.
    Estos planes dictan cómo se gestionarán durante los próximos 20 años casi 2 millones de acres de tierras públicas y minerales, en gran parte dentro de la cuenca de Piceance.
    Además de los miles de pozos de petróleo y gas que ya existen en la zona, la BLM preveía que en los próximos años se perforarían miles de pozos nuevos.
    Los planes crearon la presunción de que el petróleo y el gas pueden y deben ser el uso dominante, incluso en lugares donde existen otros valores incompatibles y en zonas donde la BLM ha llegado a la conclusión de que el desarrollo del petróleo y el gas es improbable, y abrieron el 80% de la zona de planificación (1,5 millones de acres) al arrendamiento y desarrollo del petróleo y el gas.
  • En 2016, Wilderness Workshop y sus socios conservacionistas interpusieron una demanda sobre el RMP del Valle del Río Colorado impugnando el hecho de que BLM no analizara las repercusiones climáticas de su decisión, ni considerara alternativas que limitaran los nuevos arrendamientos de petróleo y gas con el fin de proteger otros valores de los terrenos públicos, como el hábitat de la fauna salvaje, las actividades recreativas y los espacios naturales. En 2018, nos impusimos en un tribunal federal y se ordenó a la agencia que reconsiderara partes del plan relativas al desarrollo del petróleo y el gas y al análisis del clima.
  • En 2019, Wilderness Workshop y sus socios conservacionistas presentaron una demanda similar sobre el RMP de Grand Junction.
    BLM devolvió voluntariamente las partes de petróleo y gas de ese plan, ya que ambos RMP adolecían de defectos similares.
  • A raíz de estas dos demandas, la BLM está llevando a cabo una SEIS para ambos RMP con el fin de analizar más a fondo el impacto climático de las nuevas explotaciones de petróleo y gas y considerar la posibilidad de cerrar más tierras públicas al arrendamiento de petróleo y gas.

La SEIS es un proceso público realizado de conformidad con la Ley Nacional de Política Medioambiental (NEPA), que incluye las siguientes oportunidades de participación pública:

  • Alcance: La BLM concedió un periodo de 30 días durante el cual el público podía presentar comentarios que identificaran cuestiones clave para que la agencia las abordara en el proceso de la SEIS durante el verano de 2022.
    WW involucró a sus miembros y presentó comentarios formales en esta fase.
  • Borrador de la SEIS: La BLM publicó un Borrador de la SEIS para su revisión y comentario públicos en otoño de 2024.
    Incluía el análisis de la agencia sobre los posibles impactos del petróleo y el gas en recursos como la fauna, el agua y el clima, y alternativas para abrir y cerrar tierras públicas al arrendamiento de petróleo y gas.
    Durante el periodo de comentarios públicos de 90 días, WW reunió a nuestros miembros, organizaciones asociadas, cargos electos, empresarios y productores agrícolas para que se unieran y abogaran por una voz unificadora para las tierras BLM del oeste de Colorado, una voz que aumente la conservación y reduzca los impactos climáticos.
  • SEIS Final: En junio de 2024, la BLM publicó una SEIS Final, que incorpora los comentarios recibidos sobre el Borrador de la SEIS. Con ello se inició un periodo formal de protestas y una revisión concurrente de la coherencia por parte del gobernador. La SEIS Final identificó un plan de gestión propuesto que supone una mejora significativa respecto al plan original en términos de conservación, pero que sigue sin alcanzar una acción significativa sobre el clima. WW presentó objeciones al plan propuesto por motivos climáticos, pero BLM se mostró inamovible.
  • Registro de Decisión (ROD): El BLM emitió una decisión final en octubre de 2024.

Por qué esta decisión de la BLM es importante para los habitantes del oeste de Colorado

El área de planificación del SEIS, que abarca la totalidad de las oficinas de campo de Grand Junction y Colorado River Valley, incluye 1,5 millones de acres de terrenos públicos y 2 millones de acres de minerales federales en el oeste de Colorado. Esta región contiene algunos de los hábitats de vida salvaje más importantes de nuestro estado, preciadas zonas de recreo, tierras salvajes que deben protegerse para las generaciones futuras, recursos hídricos críticos, afamados paisajes de Colorado y yacimientos culturales indígenas.

Más allá de los valores sobre el terreno de estas tierras públicas, el desarrollo del petróleo y el gas es un importante impulsor del cambio climático que ya está afectando a nuestras comunidades, agricultura, agua, vida salvaje y modo de vida.
La SEIS es una oportunidad para que la BLM examine detenidamente las repercusiones climáticas de las prospecciones de petróleo y gas y tome decisiones para minimizar y mitigar esas repercusiones, incluidas las graves sequías y los incendios forestales masivos, en beneficio del futuro de Colorado.

Al final, la decisión de la BLM cierra cientos de miles de acres de terrenos públicos a nuevos arrendamientos y añade protecciones para algunas de las zonas silvestres más sensibles de la zona. Se trata de enormes victorias, resultado de años de defensa y litigios emprendidos por WW y nuestros socios. Lamentablemente, la BLM no llegó a cerrar todos los terrenos públicos locales a futuros arrendamientos y, en cambio, dejó algunas de las zonas con más posibilidades abiertas a nuevos arrendamientos. La decisión demuestra que hemos hecho grandes progresos, pero la BLM sigue sin hacer todo lo necesario para responder a la crisis climática.